El maltrato infantil familiar es consecuencia de una perturbación mental de uno de los progenitores. Surge cuando uno, o ambos, no ha superado el duelo de la separación y hace partícipes a sus hijos de los problemas de la pareja que ha forzado su ruptura, haciéndoles tomar partido, e involucrándoles en un conflicto que no les corresponde.
Es en esta situación, cuando decimos, que lo que opinan los menores está sugestionado o mediatizado por su progenitor, llegando a ser manipulados con el fin de formar alianzas a favor de uno u otro.
Este comportamiento induce con frecuencia sentimientos de indefensión, abandono, rechazo, ira, odio, resentimiento, culpabilidad, e inseguridades, que provocan estados de ansiedad y depresión que los acompañarán toda su vida, si no se tratan adecuadamente.
LA MANIPULACIÓN INFANTIL,
OTRA FORMA DE MALTRATO
Cuando la inocente pregunta ¿A quién quieres más, a papá o a mamá? Encierra una respuesta concreta y reiterada; podemos encontrarnos ante el principio de una manipulación.
Estos son los 10 errores más comunes que comenten los progenitores durante el divorcio, que pueden derivar en una situación de maltrato, si persisten en el tiempo:
1. Compartir con los hijos su irritación hacia el otro progenitor.
2. Trasladar hacia los hijos el enfado que se siente hacia el otro.
3. No responder a las necesidades de los hijos por estar demasiado ocupados con sus propias necesidades.
4. Intercambiar confidencias con los hijos como si fuesen adultos y como iguales, en lugar de proporcionarles los límites apropiados a la relación progenitor/hijo.
5. Utilizar a los hijos mayores como “cuidadores” de los más pequeños.
6. Ver a los hijos como “propiedades”.
7. Utilizar a los hijos como comodines emocionales.
8. Utilizar a los hijos de chivo espiratorio con el excónyuge.
9. Obligar a decidir a quién se quiere más, a mamá o a papá.
10. Enseñar a mentir ante un tribunal.